Comentario de la 2º Clase del Seminario Anual "La metapsicología freudiana – una investigación de los fundamentos de la clínica analítica-


Seminario Anual "La metapsicología freudiana – una investigación de los fundamentos de la clínica analítica-"

2°CLASE: Lo Inconsciente y La represión

Clase a cargo de Rodrigo Cibils y Claudia Espínola


Comentario: Rodrigo Cibils

El día 19 de Mayo se llevo a cabo en la Asociación de Psicoanálisis de Misiones la segunda clase del Seminario Anual: “La metapsicología freudiana: una investigación de los fundamentos de la clínica analítica”.

En la primera parte de la clase, y tomando como base el libro “El Inconsciente” de Yvon Brès y un artículo publicado en el Blog de la APM de Christian Gómez que se titula “El inconsciente pre-freudiano, Rodrigo Cibils puso en disputa algunos representantes de la filosofía con Freud, en torno a la “noción” de inconsciente. Ubico autores del siglo XVII que sentaron las bases para la génesis de la noción de inconsciente. Descartes definiendo el “alma a partir de la conciencia”, John Locke afirmando que el hombre se define por la “continuidad de la conciencia”, siendo la ruptura de ésta y la invención de “otra continuidad” la que posibilitaría la aparición de la noción.

En el siglo XVIII, aparece por primera vez la palabra inconsciente en ingles (unconscious) para designar lo que Leibniz llamaba como “pequeñas percepciones” (representaciones psíquicas no conscientes) y en alemán (unbewusste) para designar una “representación”.

Continúa desarrollando dos representantes de la filosofía alemana de mediados del siglo XIX, Eduard von Hartmann y Theodor Lipps. El primero, que a partir de la publicación de “La Filosofía del Inconsciente”, quiere ubicar a la noción de inconsciente como base de “la” filosofía. En cambio Lipps, a raíz de su disertación sobre el inconsciente en el Tercer Congreso Internacional de Psicología que se dicto en Munich en 1896, produjo resonancias en Freud, tanto en “La interpretación de los sueños” en torno a la noción de inconsciente, como en la elaboración del “Chiste y su relación con lo inconsciente”.

Entonces, en torno a la noción de inconsciente, Hartmann le da un lugar de importancia, ubicándolo como base y fundamento de “la” filosofía. En cambio, Lipps no daba un lugar preponderante al inconsciente, sino que su objetivo era defender la especificidad de la psicología contra la metafísica y la fisiología, utilizando como recurso la hipótesis de representaciones psíquicas inconscientes para explicar las lagunas de la conciencia.

En la segunda parte de la clase, Claudia Espínola mostró haber realizado una lectura “al detalle” de algunos textos de Freud, para encontrar en sus líneas la tesis de Lacan de que “el inconsciente está estructurado como un lenguaje”. Plantea, al comenzar la clase, que la hipótesis del inconsciente en Freud es una hipótesis hallada a través de la clínica.

Siguiendo los pasos de Freud en las “Conferencias de introducción al psicoanálisis”, Claudia Espínola no va abordar al inconsciente a través de la doctrina general de las neurosis, sino que lo va introducir a través de una lectura sobre el sueño. Desarrolla el sueño como vía regia de acceso al inconsciente, tomando por un lado como se forma el sueño, es decir, el trabajo del sueño (condensación y desplazamiento) y por otro lado su análisis, o sea, la interpretación que va a contrapelo al trabajo del sueño, tratando de descubrir a partir de las interpretaciones el sentido oculto o “latente”. Toma a la condensación y el desplazamiento como los dos mecanismos que van a definir la lógica del inconsciente, los cuales son los fundamentos de lo que Lacan propone en su primer retorno a Freud, que “el inconsciente está estructurado como un lenguaje”.

Trabaja y desarrolla “Complemento metapsicológico a la doctrina de los sueños”, uno de los artículos de Freud de “Los trabajos sobre metapsicología”, donde, como comenta Espínola, Freud aplica un esquema teórico a partir del cual acababa de reformular las hipótesis propuestas en el capítulo VII de “La interpretación de los sueños”. Espínola afirma, que Freud, en este texto, hace una caracterización del sueño, comentando que éste preserva el estado del dormir, el durmiente se retira del mundo que le rodea, hay un cese sobre el interés sobre el mundo. A partir de esto plantea una “regresión temporal”, donde hay una regresión en el yo y una regresión en la libido. Donde plantea que en el estado del dormir la libido regresa hasta la reproducción del narcisismo primitivo.

Continuando con el desarrollo del mismo texto, y en respuesta a la pregunta de por qué suceden los sueños, Claudia Espínola afirma que un sueño es un indicio de que ocurrió algo que quiso perturbar el dormir, es decir, se va a dar un sueño en contraposición de lo que quiere el yo.

Luego, realiza una oposición entre el deseo de dormir v.s. el deseo onírico (inconsciente, “latente”), en el cual el deseo de dormir lleva a la formación del sueño, pero lo logra solo en parte, ya que lo reprimido no obedece al deseo de dormir. Es el trabajo del sueño el que disfraza al deseo inconsciente, y cuando éste aparece como intolerable en el sueño es cuando se produce el despertar.

Al finalizar la clase, Claudia Espínola llega a la conclusión de que el sueño es el guardián del dormir, pero solo hasta cierto punto. Entonces el deseo onírico no es lo mismo que el deseo latente que se encuentra en el trabajo de interpretación. Freud plantea el deseo onírico como posibilitador del dormir, y por otro lado el deseo que se puede encontrar como base, sustentador, de que se forme ese sueño.