Pre-textos hacia las VIII Jornadas Anuales de la APM: "El psicoanálisis y los “nuevos” bautismos de la angustia" Por Fernando Kluge

Pre-textos

Hacia las VIII  Jornadas Anuales de la Asociación de Psicoanálisis de Misiones

ANGUSTIA SIGLO XXI
-CUANDO EL TRAUMA AGUJEREA EL IDEAL-

Viernes 18 y Sábado 19 de Octubre
Museo“Juan Yaparí” (Sarmiento Nº 319 Posadas, Misiones)


El psicoanálisis y los “nuevos” bautismos de la angustia

Por Fernando Kluge


Hablar de  la angustia en nuestra época orienta a pensar las presentaciones actuales y es allí donde también hay un entrecruzamiento de discursos contemporáneos en tanto apelan a tratar ese afecto que es la angustia.
En psicoanálisis partimos de pensar a la angustia como un afecto que no engaña, esto es en tanto hay una falla de la representación. Freud habla de angustia como algo que se siente y que puede pasar de ser flotante a adherirse a una representación. Pero es esta ausencia de representación y de conexión a un significante la puerta de entrada para una ideología de la época, para las medicalización de los cuerpos y para la generalización de los síntomas que bautizan a la angustia con terminologías conocidas por todos: panic attack, stress post traumático, trastorno de ansiedad generalizado, etc. Terminología que es prestada a un sujeto que la acepta, desplazando al término “angustia” de las nosografías y en ciertos casos eximiendo de la responsabilidad subjetiva para apelar a lo que Eric Laurent denomina el “trauma generalizado”, donde la certeza de la angustia se anuda a una certeza de la violencia del hecho externo como provocador de un efecto traumático. Planteamiento que Freud abandonara a principios del siglo XX, más específicamente en 1906 en “Mis opiniones acerca del rol de la sexualidad en la etiología de las neurosis” cuando relativiza la importancia de sucesos sexuales traumáticos concediendo un lugar primordial a las fantasías sexuales y así pasar de “traumas sexuales infantiles” al “infantilismo de la sexualidad”.
Ahora si nos detenemos en las tempranas descripciones que Freud hiciera sobre la neurosis de angustia encontraremos una similitud indisimulable entre ello y las nomenclaturas actuales, ya que va enumerando como comprendido dentro de la neurosis de angustia lo que hoy se encuentra dispersado y dividido en numerosos “trastornos”. Es en ese sentido que puedo afirmar que la angustia en si no cambia, es un real al que se le anudan nuevas terminologías que intentan reabsorber la singularidad del sujeto para instaurar ante ello o casualidades biológicas de un cuerpo sin goce o causalidades ambientales que como decía responsabilizan al Otro social (lo cual se verifica con más claridad en las denominados Stress post-traumático), y así se crea la figura legal del perjudicado, según Enrique Acuña en “Dialéctica del prestador y el perjudicado”. Perjudicado que se dirigirá, demandando mejor calidad de vida,  empleando la terminología medica en boga (o como decía los nuevos bautismos de la angustia) que se corresponden a lo que denominaba como síntoma generalizado. Lo cual es diferente de pensar el síntoma analítico como aquello que se formaliza en un análisis a partir de los dichos del analizante. Allí se juega la singularidad en la articulación entre significante y goce. Y es allí donde la angustia es captada por el síntoma.

Bibliografía:

· Acuña, Enrique. “Dialéctica del prestador y el perjudicado” en  http://www.aplp.org.ar/index.php/e-textos-10/88-dialectica-del-
· Freud, Sigmund. “Inhibición, Síntoma y Angustia”. Obras Completas. Tomo III. Trad: Luis López Ballesteros. Biblioteca Nueva. Madrid.
· Laurent, Eric. “El revés del trauma” en “Perspectivas de la clínica de la urgencia”. Grama Editorial. Bs As.
· Ale, Marcelo. “La dimensión semántica de la angustia” en “Pasión y encanto en la experiencia analítica”. Ed. El ruiseñor del Plata. La Plata.