Pre-textos hacia las VIII Jornadas Anuales de la APM: “Función de la Angustia: la orientación hacia el síntoma” Por Rodrigo Cibils


Pre-textos

Hacia las VIII  Jornadas Anuales de la Asociación de Psicoanálisis de Misiones

ANGUSTIA SIGLO XXI
-CUANDO EL TRAUMA AGUJEREA EL IDEAL-

Viernes 18 y Sábado 19 de Octubre
Museo“Juan Yaparí” (Sarmiento Nº 319 Posadas, Misiones)


Función de la Angustia: la orientación hacia el síntoma (*)

Por Rodrigo Cibils



En torno a la “Función de la angustia”, podríamos ubicar la palabra “función” en la enseñanza de Lacan desde un comienzo. En una conferencia titulada “Funciones: de la causa al sinthome” (1), Enrique Acuña se refiere a la escritura matemática de función: “f(x)”, donde la “x” como un elemento vacío permite introducir un desplazamiento de la significación, la cual no se agota en un enunciado, quedando siempre un resto. De este modo, la función será relativa a la variable, es decir, a la intencionalidad del deseo del que habla.     

En “Sobre la justificación de separar de la neurastenia un determinado síndrome en calidad de neurosis de angustia” (1895), uno de los primeros textos referidos a la angustia, Freud modifica y separa a la neurosis de angustia de la neurastenia, aísla esa entidad nosológica que las había ubicado juntas en un texto anterior de 1894, en “Neuropsicosis de defensa” bajo el nombre de “Neurosis Actuales”. En el primer texto mencionado, Sigmund Freud señala que el cuadro de neurosis de angustia se constituye alrededor de un síntoma cardinal: la angustia. La define como “el resultado de la transformación de una tensión sexual somática que no llega a adquirir el estatuto de estímulo psíquico” (2), es decir, que no se transforma en libido. Pone el énfasis en tomar a la angustia libremente flotante, sin ligazón a una representación, podríamos decir que lo predomina aquí es una noción de angustia como un puro resto, “quantum intramitable” sin función operativa alguna, resaltando que aparece en este tiempo como algo ajeno al sujeto (da el ejemplo del coito interruptus en las mujeres-sin responsabilidad alguna-soportan pasivamente). 

Aquí Freud no se puede separar de la creencia e idea generalizada que considera a la angustia como una señal con la función adaptativa de señalar lo peligroso para el organismo. Sostiene la oposición entre angustia realista y angustia neurótica, oposición que se mantiene hasta “Inhibición, síntoma y angustia”.

Es interesante encontrar en este texto de Freud de 1895, una descripción y enumeración de síntomas físicos de lo que actualmente se llama “Panic Attack”, pretendiéndose para esta etiqueta una plaga propia de esta época. Freud hace una descripción detallada de síntomas físicos “equivalentes del ataque de angustia”, a la que se le asocia (al ataque de angustia) con actividad cardiaca, palpitaciones, arritmia, taquicardia, perturbaciones de la respiración, oleadas de sudor, temblores y estremecimientos, terror y temor nocturno, entre otros. Si ponemos en tensión lo descripto por Freud con los síntomas descriptos por el DSM IV sobre el “ataque de pánico” veremos que no habría diferencia alguna.

En la “Interpretación de los sueños” de 1900, se produce un viraje en la forma de concebir a la angustia. Si decíamos en el texto anterior que Freud ubicaba a la angustia como algo ajeno al sujeto, en este texto sobre los sueños gira en torno a que la angustia surge tras la represión. Al reprimirse una moción pulsional, la representación pasa al inconsciente sometiéndose a sus leyes, y el afecto se suprime, se desplaza o se transforma en otro afecto, en angustia específicamente. Lo fundamental que hay que destacar de este salto en Freud, es que si decimos que si hay angustia es porque hubo represión, esto implicaría decir que allí hay un sujeto.  

En “Inhibición, síntoma y angustia” se va orientando progresivamente a formular el papel de la angustia como señal ante la pulsión, vivida como un peligro en la neurosis. Y siguiendo esta línea, Freud afirma que lo que ahora pasa a un primer plano es la relación de la angustia con los síntomas. 

En la actualidad, en torno a la angustia, se genera una tensión entre el psicoanálisis y las nuevas ciencias y técnicas, entre ellas las TCC, haciendo pareja con la angustia pero manteniendo la cuestión de una experiencia sin sujeto (desconectan al sujeto del lenguaje). Aquí hay un punto de tensión, donde hay que ubicar a la experiencia de un análisis como una experiencia que introduce al sujeto en su determinación inconsciente, opuesta a las TCC y a la medicalización donde se produce “el robo del sujeto de la experiencia”, ubican a la angustia y la transforman siguiendo una política de restar la causa del efecto. Ante esto, la política del psicoanálisis es diferente, toma a la angustia y al síntoma con un sesgo no deficitario, sino respuestas con función especifica.

En el psicoanálisis la angustia tiene una “función operativa”, y se trasforma en un análisis en un puente que conduce a otra cosa. Por la experiencia de un análisis hay un desembarco de la angustia en un síntoma.

(*) Escrito a partir de la 4° Clase del Curso Breve: “¿Qué nos orienta? Síntoma y angustia en la clínica psicoanalítica”, desarrollado en la Asociación de Psicoanálisis de Misiones, verano del 2013. 

Notas:

(1) Acuña, Enrique. “Funciones: de la causa al sinthome”. Intervención en el XI COLOQUIO DE MODULOS DE INVESTIGACION DE LA Asociacion de Psicoanalisis de La Plata. Noviembre de 2005. Publicado en “Microscopia N°51”-Diciembre de 2005.
(2) Freud, Sigmund. “Sobre la justificación de separar de la neurastenia un determinado síndrome en calidad de neurosis de angustia” (1895). Volumen III. Amorrotu Editores. Bs.As., 1991.

Bibliografía:

• Acuña, Enrique. “Funciones: de la causa al sinthome”. Intervención en el XI COLOQUIO DE MODULOS DE INVESTIGACION DE LA Asociación de Psicoanálisis de La Plata. Noviembre de 2005. Publicado en “Microscopia N°51”-Diciembre de 2005.
• Ale, Marcelo. La dimensión semántica de la angustia. En “Pasión y encanto en la experiencia analítica”. 1ra. Edición. El ruiseñor del Plata-Ediciones de la Asociación de Psicoanálisis de La Plata. La Plata. 2010. 
• Freud, Sigmund. Sobre la justificación de separar de la neurastenia un determinado síndrome en calidad de neurosis de angustia (1895). Volumen III. Amorrortu Editores. Bs.As., 1991.
• Freud, Sigmund. La interpretación de los sueños (1900). Volumen IV. Amorrortu Editores. Bs.As., 1991.
• Freud, Sigmund. Inhibición, síntoma y angustia (1926). Volumen XX. Amorrortu Editores. Bs.As., 1992.