Pre-textos hacia las VIII Jornadas Anuales de la APM: "Lo verdadero: la insinuación de la verdad" Por Ana Gutiérrez


Pre-textos

Hacia las VIII  Jornadas Anuales de la Asociación de Psicoanálisis de Misiones

ANGUSTIA SIGLO XXI
-CUANDO EL TRAUMA AGUJEREA EL IDEAL-

Viernes 18 y Sábado 19 de Octubre
Museo“Juan Yaparí” (Sarmiento Nº 319 Posadas, Misiones)


Lo verdadero: la insinuación de la verdad 

Por Ana Gutiérrez


Hay un momento históricamente definido en la ciencia, al que Descartes da origen con su cogito cartesiano, “Pienso, luego existo”, momento inaugural de la ciencia moderna en el siglo XVII,  que genera cambios simbólicos y estructurales en los discursos de la época.
Ciencia que no es aséptica, sino que conlleva una ideología, que incide y provoca efectos epistémicos en el modo de acercarse al conocimiento, en la búsqueda de las causas de los fenómenos en el mundo.
Así, el psicoanálisis se origina inmerso en este contexto, en el discurso de la ciencia, siendo esta estructuralmente complementaria y solidaria a su nacimiento.
Dirá Lacan: en “La ciencia y la verdad”: “Es ese cientificismo el que condujo a Freud a abrir la vía que llevará para siempre su nombre (…), llevará de él su marca”.

En el mismo texto dirá, aunque parezca paradójica; esta cita: “El sujeto del psicoanálisis es correlato del sujeto de la ciencia”. Fue necesario uno para dar lugar al otro. ¿Porque?; porque a partir de la existencia de la fórmula matemática,  combinatoria calculable de la ciencia, cuando  se produce la falla, que es un más allá del saber de la ciencia,  en esa falla  aparece el sujeto del inconsciente, con su dimensión significante, sujeto que se define a partir del error,  en el lapsus, sueños, fallidos. Entonces el sujeto de la ciencia es la condición de posibilidad para que se imponga el sujeto del inconsciente.
En este escrito Lacan define que la práctica analítica no implica otro sujeto, que el de la ciencia, aunque a diferencia de ella, que vela o forcluye al sujeto, el psicoanálisis le da lugar a la verdad inconsciente como causa. Verdad que actúa, a través de sus efectos; “la ciencia, de la verdad como causa no querría-saber-nada”.
Al tomar Lacan las cuatro causas Aristotélicas para el psicoanálisis, la causa no está ligada a una fórmula como en la ciencia, ni a la causa eficiente como en la magia, ni a una finalidad como en la religión, sino a una causa material, a la materialidad significante, irreductible a cualquier efecto de significado, ya que el significante mantiene siempre su autonomía.

¿Qué quiere decir esto?, Que cada uno tiene sus significantes que lo dividen, sus palabras enigmas, que provocan efectos en aquel que habla y que pueden volverse síntomas.
Causa material, irreductible a otros discursos, que es reveladora solo para quien la pronuncia, que divide a ese sujeto, para quien es un mensaje a descifrar.
Esta causa material, pone en juego lo que Lacan va a llamar, combinatoria propia o matemática propia,  que deviene producto de la asociación libre, produciendo una constelación significante. Entonces hablaremos de causalidades no de causa, no hay “la causa” como en la ciencia que decimos causa-efecto. A partir  de  la división del sujeto, hay causalidad múltiple con respecto a esa causa una, a ese significante amo.
En la ciencia cuando decimos causa formal, estamos en el territorio de la fórmula pactada de antemano, y en el psicoanálisis nos referimos a una causación contingente. 
Así entonces, si hay una combinatoria no calculable y contingencias significantes, el objeto del psicoanálisis no será igual que el objeto de la ciencia. El objeto a, del psicoanálisis, será un vacío que esta fuera de la cadena significante, su hechura no es significante, pero sí, es el resto de esa operación y se ubica en el hiato entre el saber y la verdad, es más bien la imposibilidad de saber la verdad toda sobre ese objeto. Este objeto que no se nombra, queda delimitado en el ocho interior cuya materialidad si es significante.

J.A Miller, en “El banquete de los analistas”, dice: “El saber queda ligado al cierre del inconsciente como verdad. Lacan plantea que el análisis progresa esencialmente en el no saber, que es lo que daría lugar a la docta ignorancia” (…) el saber es en sí mismo una no relación con la verdad y funciona, si me permiten, como su mordaza”.
Surge entonces un interrogante, dirá Leticia García en su escrito en la microscopía Nº 118: “si lo que inicialmente se presenta como verdad, a lo largo de la cura se vuelve un saber establecido, y como tal ignorancia, ¿es posible obtener una verdad, que no funcione como cierre del inconsciente, al devenir saber?
La verdad no existe, pero si está la imposición de lo verdadero, en un discurso”

Enrique Acuña, en su artículo “Amar su más allá- una lectura de la ciencia y la verdad”, que fue publicado en Microscopía Nº 86, dice: “Ya no es que la verdad habla, sino la verdad es una revelación inconsciente que remite a un saber reprimido que se desvanece, al captarla, se pierde”.
Lo interesante de esta cita, es que toda verdad que pretende hablar como tal, es decir, como diciendo toda la verdad, es mentirosa. La verdad es medio-dicha, queda insinuada,
está en la palabra, pero en la palabra a descifrar. Entonces la verdad es imposible como causa final, pero el saber va a tocar algo de la verdad generando un efecto: lo verdadero.
Lo verdadero,  es lo tolerable para cada uno, poder pensar que eso singular existe.
Tenemos mucha información, saber, conocimiento, que genera un efecto verosímil, no un saber sobre la verdad.
El analista se topa con la dimensión de la verdad en un análisis, como algo que se instaura con cierta mentira, así la mentira se postula como tal en la dimensión de la verdad. Y la postura del analista con su interpretación solo tiene sentido cuando formula al sujeto, ese “tú dices la verdad”
Lo verdadero, dirá Acuña en su curso, es la parte de la verdad que es un afecto o efecto entre el saber y la verdad.


Bibliografía:

* Lacan, Jacques: “La ciencia y la verdad”. En Escritos 2. Editorial Siglo XXI.
* Acuña, Enrique: “Amar su más allá- una lectura de “La ciencia y la verdad”-En Microscopía nº 86. Publicación mensual de la APLP. Biblioteca freudiana.
* Miller, J.Alain: “El saber y la verdad I y II”. En El banquete de los analistas. Edit. Paidós.
* Lacan, Jacques: “El saber y la verdad”. En  El seminario, libro 20, Aun. Edit.Paidós.
* Lacan, Jacques: “Análisis y verdad o el cierre del inconsciente”. En El seminario, libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales.
* Miller, J.Alain: “Iluminaciones profanas”. En Lacaniana nº 7. Publicación de la Escuela de la Orientación Lacaniana.
* Acuña, Enrique: Apuntes del curso, “El Objeto del psicoanálisis- lo que queda por decir- año 2012.
* García Leticia: “El caso en psicoanálisis”. En Microscopía Nº 118. Publicación mensual de la APLP. Biblioteca freudiana.