Pre-textos preparatorios... - “Tener un cuerpo -del erotismo de las palabras al goce que escapa a ellas” - Por Christian Gómez



PRE-TEXTOS


HACIA EL IV ENCUENTRO DEL PSICOANÁLISIS CON LA HISTORIA Y LA CULTURA

Coloquio:


LAS MÁSCARAS DE LO FEMENINO


• Posiciones femeninas y masculinas del ser.

• El niño entre la mujer y la madre

• Deseo histérico y la ciencia actual.

• Eróticas del cuerpo en la historia




VIERNES 13 DE ABRIL – 19:00 HS


Museo Provincial Juan Yaparí
Dirección: Sarmiento Nº 319


Ciudad de Posadas, Misiones



INFORMES:
Teléfono: (0376) 15-4827189
Email: apm_posadas@hotmail.com



PARTICIPAN:
* Christian Gómez -Asociación de Psicoanálisis de Misiones (APM)
* Luciana Molfino -Asociación Centro de Investigación y Docencia Corrientes-Chaco (ACID)
* Fátima Aleman -Asociación de Psicoanálisis de La Plata (APLP)
* Enrique Acuña -Escuela de la Orientación Lacaniana - Centro Descartes (Buenos Aires)
* Discutidor: Lorena Danieluk
* Coordina: Claudia Fernández



AUSPICIAN:
Área Virtual Analítica (A.V.A.) de la Biblioteca Freudiana La Plata-
Revista Fri(x)iones -entre el psicoanálisis y la cultura-
Museo Provincial de Bella Artes Juan Yapari
Delegación Posadas del Instituto Oscar Masotta




Presentación

Continuando con los pre-textos en vías del coloquio del IV Encuentro los invito a la lectura del siguiente escrito “Tener un cuerpo-del erotismo de las palabras al goce que escapa a ellas-”, donde Christian Gómez se refiere a la pregunta de que es un cuerpo para el psicoanálisis y los modos de gozar, planteando a modo de inicio la diferencia entre el psicoanálisis y la ciencia.

Retoma, a partir del epígrafe de Enrique Acuña, la afirmación lacaniana: un cuerpo es algo hecho para gozar. Para el psicoanálisis el lenguaje hace del organismo un cuerpo aunque no todo del organismo es capturado por las palabras. Ese resto sin representar esconde una satisfacción paradójica que Lacan llamó goce.

Así tanto en el catarismo como en el círculo de las preciosas se trata no solo de los efectos sociales de la homosexualidad masculina y femenina sino también del cuerpo que se dibuja tanto a partir del arte social de la conversación de las cortesanas como de la poesía cátara.

En vías de despejar la afirmación lacaniana acerca del cuerpo, ubica al goce como un resto en la operación del lenguaje sobre el cuerpo, resto acerca de lo que no se puede saber, a lo que Lacan llamó falla epistemo-somática.

Retoma y comenta el texto de Enrique Acuña “Hecho para gozar. El cuerpo escrito en Anaïs Nin” para pensar acerca de qué del cuerpo se puede poner en palabras a partir de situar el límite de lo contable.

Por otro lado también refiere a la diferencia, como veníamos diciendo, de que es un cuerpo no solo para el psicoanálisis y las ciencias sino también para la filosofía, cuerpo unificado en Aristóteles vs. cuerpo fragmentado (mecanicismo) en Descartes.

Para finalizar, el autor diferencia el psicoanálisis y la ciencia en tanto allí donde la medicina pretende hacer callar el psicoanálisis, vía el síntoma, hace hablar.

Claudia Fernández



“Tener un cuerpo -del erotismo de las palabras al goce que escapa a ellas”


Un cuerpo es algo hecho para gozar, dirá Jacques Lacan;
quien, a partir de Freud,
demostró que hay una incidencia del lenguaje sobre el organismo transformando sus afectos en efectos del lenguaje.
Esa incorporación implica dos consecuencias:
aquella de la palabra (significación) y otra segunda, la de generar lo viviente (corporización).

Enrique Acuña. “Hecho para gozar. El cuerpo escrito en Anaïs Nin”. En Resonancia y silencio. Psicoanálisis y otras poéticas. EdULP. La Plata 2009


Entre el mapa del amor que traza el arte social de la conversación de las preciosas en los salones europeos del siglo XVI y la sustracción de los cuerpos del fin sexual que conduce a la creación del poema del trobador cátaro, Enrique Acuña ubica, en el artículo que abre el foro de Pre-Texos hacia el IV Encuentro, no solo las incidencias sociales de la homosexualidad masculina y femenina sino también una erótica de las palabras que dibuja los cuerpos.

En efecto, Jacques Lacan acentuará la tesis freudiana según la cual un cuerpo es el resultado de una operación del lenguaje sobre el organismo. Operación que dejará un resto y que se entiende acudiendo al ternario real, simbólico, imaginario: una palabra (simbólica, es decir equívoca en tanto interpretación del inconciente) muerde el organismo (real) y tiene por efecto un cuerpo que se capta parcialmente en una imagen (imaginario). Esta incorporación del significante sin embargo no absorbe la totalidad del organismo sino que deja un resto que queda sin representar. Hay por lo tanto un cuerpo que es el efecto de las palabras que trazan su recorrido al modo del mapa de lo tierno y que para Freud es el eros que designa como libido y en las fallas de ese trazado lo que aparece son efectos de retorno del resto de la operación y que Jacques Lacan llamará goce. En una conferencia en La salpetriere dirigida a médicos Jacques Lacan hablará de falla epistemo-somática, es decir que del goce del cuerpo es de lo que no se puede saber en tanto el cuerpo goza.

¿Cual es el límite a partir del cual se puede contar el cuerpo? En el artículo que comentamos y del cual extraemos el epígrafe se trata de la literatura (los diarios de la escritora francesa Anaïs Nin) como un intento de transcribir algo de esa satisfacción paradójica donde también hay (como en los cátaros y las preciosas) un mas allá de la norma. Un triangulo amoroso, el despertar de la intimidad femenina, la curiosidad sobre su cuerpo erógeno puesta en la otra mujer, episodios que van siendo relatados bajo la forma de diarios hasta incluir el encuentro incestuoso con aquel al que de niña le escribirá las “cartas al padre ausente”. Allí el goce pasa a ser asco y repugnancia y la autobiografía sirve como una especie de curación donde “la intimidad del diario es de una extimidad de algo muy extraño que se vuelve verificable como propio recién con el asco”(1) Se trata del goce del cuerpo como algo fuera de si, intimo y extraño a la vez.

Como los casos que enseñan la clínica aunque no homologable a ella, aquí la escritura autobiográfica enseña sobre la norma no ya como social sino como un límite a lo contable pero singular. Es decir que para cada quien tener un cuerpo es hacer un trazado con palabras que van haciendo la propia norma cuyo límite es lo que llamamos goce.

Ahora bien, este cuerpo, aprehensible en la experiencia de un análisis, es lo contrario del cuerpo unificado que describió Aristóteles (2) (Jacques Lacan desconfió rápidamente de la unidad de la imagen) y acaso tenga más que ver con la metáfora mecanisista del cuerpo como res extensa que describió el dualismo cartesiano (res cogitans-res extensa) que, pese a los continuos anuncios de novedad por parte de la ciencia, sigue verificándose en la fragmentación del organismo no solo en especialidades médicas sino en el mercadeo de los órganos para transplantes y en las cirugías sean estéticas o no.

Sin embargo, a diferencia de la ciencia médica que pretende calibrar los órganos hasta reducirlos a un silencio imposible, el psicoanálisis muestra que como efectos de esa falla del saber sobre el cuerpo hay síntoma: es decir una solución paradójica en sí misma en tanto supone la satisfacción del hablante en eso de lo cual también se queja.

Este IV Encuentro del Psicoanálisis con la Historia y la Cultura, ya inminente, será la ocasión de continuar y ampliar estas temáticas ahora expuestas para suscitar la conversación previa revisando tanto la experiencias que, en Freud, muestran la determinación de la palabra en la función del órgano (tener ojos para no ver en la ceguera histérica) así como lo que enseñan las mascaras de lo femenino (3) a cerca de lo universal de una norma (que en Freud se articulará al falo como significante de la falta de ese saber al que nos referíamos más arriba), lo particular de los síntomas en las estructuras clínicas (histeria y obsesión) y los límites singulares donde se juega el goce (pleonasmo).


Christian Gómez


Citas:

(1) Acuña, Enrique: “Hecho para gozar. El cuerpo escrito en Anaïs Nin”. En Resonancia y silencio. Psicoanálisis y otras poéticas. EdULP. La Plata.2009. Pág 68.

(2) cf García, Leticia; Ale, Marcelo: Los cuerpos del psicoanálisis. Cuadernos de psicoanálisis Nº 3. APLP. 2005. Los autores desarrollan en este curso, dictado en la Asociación de Psicoanálisis de La Plata, las hipótesis planteadas por Jacques-Alain Miller en Biología lacaniana y acontecimiento del cuerpo. Colección Diva. Bs. As. 2002

(3) Remito a los lectores al trabajo de Fátima Aleman titulado “Cidonie Scillag, el éxito de Freud”. (Conceptual, estudios de psicoanálisis. Año 6, Nº 5.) Allí se trata, entre otras cosas, de lo que la joven homosexual enseña a Freud a cerca de la sexualidad femenina.