Reseña de la presentación de "Pasión y encanto en la experiencia analítica" de Marcelo Ale





Asociación de Psicoanálisis de Misiones



Presentación del libro "Pasión y encanto en la experiencia analítica"

(Marcelo Ale, 2010)




RESEÑA

Los días 1 y 2 de Julio de 2011, la Asociación de Psicoanálisis de Misiones recibió a Marcelo Ale –psicoanalista platense, miembro de la Asociación de Psicoanalisis de La Plata (APLP).
El 1 de Julio, la Comisión de Lecturas Críticas, realizó la presentación del libro Pasión y encanto en la experiencia analítica, con la presencia de su autor: Marcelo Ale. Dialogaron con él, Christian Gómez, Julieta Ríos y Germán Tor, con la coordinación de Lorena Danieluk.

En primer lugar, Lorena Danieluk presentó al autor y los distintos participantes de la mesa y asimismo comentó su lectura del libro, en la cual hizo alusión a tres términos: “retórica, referencias y rigurosidad”. En cuanto a la retórica ubicó el modo de contar que tiene el autor, un modo claro, agradable y a la vez preciso.
Por el lado de las referencias, enfatizó que, en el libro, Ale articula múltiples campos discursivos que permiten captar el concepto que está en juego y a su paso recomienda lecturas.
Y con el término “rigurosidad” epistémica –aclara-, indica que se trata de un libro de psicoanálisis, que no se pierde en las referencias, y que atañe a problemas que hacen al psicoanálisis, por ejemplo “el desplazamiento que se produce en la experiencia analítica, del síntoma al synthome; del sentido al sonido; donde al inicio se lee al síntoma como un mensaje que llama a ser descifrado” y está del lado del sentido, en tanto que el “synthome está del lado de una escritura” de goce, para lo cual, en el transcurso de un análisis tuvo que ponerse en juego el sentido hasta llegar a un límite de la significación, donde se echa mano a la creación –allí será “el sonido de las letras que han resonado para cada uno, generando un modo singular de habitar el lenguaje”. Se trata entonces de “un pasaje de la pasión por el juego con las palabras, con los significantes al en-canto” aludiendo al sonido, “como algo que concierne a cada quien y que solo podrá ser obtenido por el que se deje engañar/jugar con las palabras para luego, al final, crear, cantar algo con ellas”.

Luego dio lugar a la intervención de Germán Tor, quien anticipó que, en virtud de que el libro presenta tres grandes apartados, cada uno de los interlocutores extraería de uno de ellos, algún detalle que le resonara significativo. Tomó, por tanto el primer apartado que lleva por título: “La pasión del juego del vocablo”, y destacó que un modo de presentar el libro, es según los ejes que Masotta distingue como fundamentos del campo psicoanalítico que son el eje clínico, el epistémico y el político –los cuales se evidencian en el mismo.
El primero de estos ejes puede encontrarse desde el prefacio, donde el autor se pregunta por la transmisión de la experiencia del psicoanálisis, expresando que la “encarnación” de éste se hace “por la vía del analizante”. Tor señala que este libro es efecto de un recorrido singular: la experiencia de un análisis, que permite a su autor plantear un orden lógico retroactivo de la escritura de ciertos textos, realizando un “desplazamiento de la pasión por el sentido al encanto del sonido, pasando por el brillo de lo real” (Ale, pág. 6).
En cuanto al segundo eje, Tor esbozó que el libro da cuenta de conceptos del psicoanálisis y los límites de éstos, los cuales son revisados por Ale en cada ocasión, siguiendo las referencias de las cuales parten tales conceptos, poniendo en tensión al psicoanálisis con otros campos del saber de los cuales, a su vez, se distingue. De modo que el tercer eje, la política de enseñanza, recorre el libro en su extensión. Plantea que en este libro, Ale “fundamenta, comparte y discute un saber”.

Tomó la palabra Julieta Ríos, partiendo del segundo apartado del libro denominado “El brillo de lo real”. Destacó aquí, que en el recorrido de un análisis aparece algo “entre la pasión y el encanto”, señalando una opacidad que, paradójicamente, brilla. Puso sobre el tapete lo que “afecta” a un sujeto, la angustia como afecto que no engaña, lo real. Subrayó que “la concepción de lo real determina qué psicoanálisis se practica y qué dirección se le imprime”, mostrando las reelaboraciones de la doctrina freudiana, y las conceptualizaciones realizadas por Lacan, llegando a la consideración del objeto-causa del deseo, que lejos de complementar al sujeto, implica un vacío.
Hizo hincapié, en cómo el psicoanálisis toma el objeto de la ciencia e invierte la relación con éste, proponiendo una relación libidinal en lugar de la epistemológica. Éste toma la referencia a Kant con el concepto de “das ding entendido como la cosa en sí –objeto inaccesible al conocimiento-” arribando al concepto de extimidad, con el que Lacan expresa la relación sujeto – objeto.
Asimismo trazó el pasaje de la pulsión de ver en Freud, a la mirada como objeto a en Lacan, y la subversión respecto a la teoría clásica de la percepción. Por último Julieta Ríos punteó los modos de “Respuestas a la experiencia del vacío” donde Ale contrasta al psicoanálisis con las terapias farmacológicas y las TCC –que desconectan al sujeto de su causa real.

A su turno, Christian Gómez expresó que la presentación de este libro es un modo de bienvenida a Marcelo Ale, como alguien cercano a lo que ocurre en la APM. Tomó en consideración el tercer apartado del libro: “El encanto del sonido”. Resaltó que “quien escribe Pasión y encanto en la experiencia analítica, es un analista en tanto un analista es el efecto de un análisis”, es decir que es un analizante, y es por ello que este libro enseña, en el estilo que Marcelo Ale le imprime. Continuó Gómez: “La palabra experiencia, como dice Borges, aturde en el título. Pasión y encanto… nombra algo de la experiencia del análisis en tanto en ella hay un desplazamiento del gusto de la pasión, el placer, el goce del sentido a algo que tiene que ver con el encanto de las palabras por su sonido y que sitúa una diferencia”. Aventuró la hipótesis de que el libro tiene “quizás, algo de testimonio” sugiriendo que es alguien que escribe como analistaanalizante, sin que esto refiera a la experiencia del pase.
Marcó que el apartado cuenta con 5 trabajos, de los cuales Gómez arriesgó que “el estilo que el autor le imprime cada uno de ellos, replica algo de las temáticas abordadas: hay un jugar con el vocablo que tiene como efecto un plus de sentido –no se agota en el juego-, por ejemplo cuando escribe gocesonido, o la antítesis mentirosa verdad”. Señaló que aquí “el plus es la lógica de la argumentación en el uso de las referencias”. Refirió que antes de leer Cicerón y las cualidades armónicas de las palabras, el lector no sabe con qué se va a encontrar, su sentido es una incógnita, sino que se sumerge en el texto por la música del título, por su combinatoria. Luego, el sentido va a parar a una argumentación. Tomó un fragmento de dicho artículo, donde el autor despeja, desde las referencias, una enseñanza del psicoanálisis.
Planteó que “el sonido antecede al sentido, y que toca al cuerpo antes de la experiencia del lenguaje. Introduce un goce fónico en el que el canto encanta”. Pero no se trata de algo evolutivo.
Por último manifestó 2 entradas posibles para la lectura de este libro: “la pasión por el sentido, por el juego del vocablo, ó el canto del lenguaje en el sonido de las palabras que hacen eco en el cuerpo. El saldo es una enseñanza de la cosquilla singular que a cada uno le produce la lectura del libro”.

Marcelo Ale agradeció al asesor de ambas asociaciones –Enrique Acuña- quien promovió estas actividades, y a sus lectores/presentadores. Destacó de las distintas lecturas algún aspecto, resaltando que “el lector enseña” y le dice al escritor qué escribió. Planteó que apelar a las referencias es necesario pues “los conceptos del psicoanálisis se derivan de otras disciplinas” y luego adquieren un matiz propio. Por ello “el analista tiene que leer esas otras disciplinas”. Expresó que tampoco se puede prescindir del trípode clínica-episteme-política señalando de qué modo y hasta qué punto se anudan. “El concepto que uno emplea dirige la práctica”.

Decimos entonces que, Marcelo Ale, en su libro plasma una indicación de estudio en psicoanálisis: nos invita a investigar, seguir las referencias que toman los autores que leemos, hacer un recorrido conceptual.


Reseña: Claudia Espínola