Pre-textos preparatorios... - "Los nombres del otro no son del Otro" - Por Christian Gómez


Pre-textos preparatorios

Hacia el II Encuentro de Psicoanalisis con la Historia y la cultura

LOS SINTOMAS DE LA CULTURA:
Insistencia del ¿quien soy?
-consumos, adicciones, cuerpos, identidades-


Misiones, Posadas, 25 de marzo, 15 hs. (Alianza Francesa).



Siempre llama la atención las notas de revistas de Ciencias sociales que escriben el Otro con mayúscula -el inconsciente- para hablar del individuo en sociedad: los otros- .

Para el psicoanálisis, este uso del inconsciente no es una traslación de la enseñanza de Lacan sino una evidencia de la jerga de la Babel multicultural; ahí donde no hay inconsciente colectivo.

En esta presentación a la mesa redonda convocada, Christian Gomez desarrolla un esbozo de su hipótesis en un Módulo de investigación de la A.P.M. que opone los términos identidad a identificación.

La identidad es un recurso, plantea, que vá desde la filosofía, la política a el humanismo. Prolifera en la lógica colectiva a partir del consenso de opinión común, donde cada grupo teje su imagen unificando a los yoes (Freud). Para Lacan se trata de cómo en la experiencia analítica, al vaciar el sentido comun de las palabras, cambia los rasgos imaginarios (a-a') del "si mismo" en una "falta en ser" que llama a una nueva identificación.

En esa soledad, el inconsciente genera el nombre del Otro como un sintoma a partir de su goce. El sujeto analitico es atento a su vida ciudadana, pero solo en el diván podría apelar a su recurso identificatorio para al final desprenderse de las cadenas que generan los ideales del otro social. Oportunidad del recurso al significante -siempre una alteridad- como Otro (ahora sí con mayúscula).-

E.A.



Los nombres del otro no son del Otro


“Este movimiento pendular describe un mundo de paradojas que hacen a la identidad de los individuos que vacilan entre un enunciado unificador del yo que los masifica y otra posición solitaria que los liga al enigma de su enunciación.

Enrique Acuña
En Resonancia y silencio. Psicoanálisis otras poéticas


Efectivamente, tal como enunciamos en la convocatoria a este II Encuentro del psicoanálisis con la historia y la cultura, puede hablarse de la insistencia del ¿quien soy? como un síntoma de la cultura, en tanto implica respuestas contemporáneas. Lo que sigue se enmarca en un modulo de investigación de la Asociación de Psicoanálisis de Misiones y que denominamos Actualidad de la clínica: respuestas a lo contemporáneo.

Jacques Lacan (Función y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis) sostiene que lo contemporáneo interesa al psicoanálisis en tanto este último se une al horizonte de la subjetividad de la época que le hace un lugar. Para nosotros hoy supone incluir la incidencia política del psicoanálisis en la “opinión pública” formada en la cultura mediática.

El término “identidad” (y otros como: stress, pánico, trastorno) parece decirle algo a todo el mundo, en tanto respuesta a la pregunta formulada anteriormente, cuestión que lleva al planteo sobre la semántica y el uso de este término tanto en los estudios culturales como en la comunicación de masas así como la apelación a su noción allí donde el término está ausente. Por último, es pertinente revisar el lugar que en Freud ocupa el término identidad y su oposición con la identificación.
Demostrar esa oposición así como señalar las aporías a que conduce el recurso a la identidad es el objeto del la investigación en este módulo.

¿Cuales son los usos actuales del término “identidad”? Una primera aproximación lleva a pensar en la forma lógica del predicado. Insistencia, entonces, del yo soy… que conduce a un modo del nombrarse a partir de un enunciado unificador que tiene efectos de masa.
Es decir que la identidad plantea el problema del yo, o dicho de otro modo hay una articulación entre identidad y yo.

Sigmund Freud, en los primeros apartados de El malestar en la cultura (1930) define al yo como una instancia que lejos está de la pretendida autonomía que se le supone. De este modo, es un engaño creer en la unidad yoica y su deslinde respecto de cualquier otra cosa. Articula allí el inconsciente como continuidad pero agrega además que tampoco son tajantes las fronteras del yo con lo que llamamos el mundo exterior. Más bien, cree Freud, este deslinde es incierto y por el contrario es evidente la incidencia del inconsciente. Por lo tanto desde ambos lados hay amenaza de la supuesta autonomía del yo.
Freud retoma aquí planteos realizados en ensayos anteriores como El yo y el ello (1923), Más allá del principio del placer (1919-20) y Psicología de las masas y análisis del yo (1919-20). Para Freud la religión (refiere puntualmente a su diálogo con Romain Rolland) pero también el arte y la ciencia son productos de la cultura que vienen a responder a partir de la endeblez yoica para devolverle su aparente autonomía. Se trata de la forma de una “promesa ilusoria” vehiculizada a partir de estos grandes relatos (mas palpable en el caso de la religión o en la construcción de sagas nacionales, etc) e impulsada a partir del supuesto imperio del principio del placer, el cual para Freud es irrealizable.

Ya comentamos la relación entre el malestar y el humanismo en la época de Freud en tanto uno refleja al otro. Para Lacan se trata ya de los efectos de la ciencia y sus objetos técnicos listos para llevar. Vale decir que no es lo mismo responder con un gran relato emancipador que a partir de un objeto (que Lacan llama lethusas). Jacques-Alain Miller va a referirse a este punto desplazamiento como un rasgo de la época donde el Otro no existe, es decir que se devela la forma de falla de cualquier relato universalizante encontrando en cambio mas bien respuestas particulares, particularismos.

Ahora bien, una primer hipótesis es que el término identidad a parece allí donde de lo que se trata es de dar sentido al yo. Recordando el epígrafe del comienzo tendríamos dos ejes opuestos y que como tales conducen a políticas opuestas.

1-Por un lado una vía que de la identidad lleva a un nombre social, al modo de estigma, compartido del yo:
Identidad-individuo // sociedad-significado (otro imaginario). Estigmas

2-Y por el otro un eje que va de la identificación inconsciente que tiene como efecto un sujeto que ignora a cerca de su posición no ya en lo social sino respecto del deseo (inconsciente):
Identificación-sujeto // inconsciente-significante (Otro simbólico-real).Síntoma

Desde el punto de vista de los estudios culturales y la teoría de la comunicación encontramos el recurso a la identidad en la filosofía política quienes, desde una posición pragmatista plantean la construcción contingente (Rorty) de “narratologías del yo” que podrán reforzar su autonomía (Giddens) según el contexto. Mientras García Canclini cree mas en la construcción de particularismos de acuerdo al objeto de consumo (consumidores del siglo XXI en lugar de ciudadanos del XIX) y Ernesto Laclau desde lo sociopolítico plantea la formación de identidades a partir del juego de equivalencias y diferencias según un significante que en tanto vaciado de su significado (“significante vacío”) puede representar una masa.

El psicoanálisis, en tensión tanto con el programa del principio del placer como con el programa de la cultura puede localizar en las vacilaciones de las narratologías del yo a un sujeto que, en soledad, funciona causado por un objeto que no es ya el objeto de la ciencia y que Jacques Lacan llamó objeto (a).-

Christian Gómez