Módulo de investigación: Psicoanálisis y Salud Pública - Comentario por Claudia Espínola

Módulo de investigación: Psicoanálisis y Salud Pública

Responsable: Claudia Espínla. Coodinadora: Claudia Fernández. Asesora: Leticia García (APLP).

Comentario: Claudia Espínola

Tomamos como base la hipótesis de Enrique Acuña de que: la ciencia genera objetos de consumo, pero no sólo objetos técnicos sino que eso, a su vez, produce síntomas y también Tribus urbanas, damnificados por la represa, o agrupaciones varias, que se nombran por un significado (tipos de goce).

En primer lugar, para incursionar en esta vía tomamos un texto de Michel Foucault: “La verdad y las formas jurídicas”, para concebir en qué forma se articulan “práctica y saber”.

En dicho texto, Foucault expone una investigación histórica y metodológica, y se pregunta “¿cómo se formaron dominios de saber a partir de las prácticas sociales?”. Pretende mostrar cómo estas últimas, pueden llegar a “engendrar dominios de saber que no sólo hacen que aparezcan nuevos conceptos y técnicas, sino que hacen nacer además formas totalmente nuevas de sujetos y sujetos de conocimiento”. Podemos pensar, de este modo, que los productos técnicos producen cambios en los sujetos.

Este autor considera que la verdad es histórica. Hará una distinción de dos tipos de historia de la verdad: una historia interna “que se corrige partiendo de sus propios principios de regulación: es la historia de la verdad tal como se hace en o a partir de la historia de las ciencias”; y otra historia exterior o externa de la verdad: son “otros sitios en los que se forma la verdad donde se definen reglas de juego a partir de las cuales nacen ciertas formas de subjetividad, dominios de objeto, tipos de saber.”

Por tanto, investiga cómo en el siglo XIX se constituye un saber que demarca la normalidad y la anormalidad, que determina lo que está dentro o fuera de la regla. La hipótesis de Foucault es que este saber tiene su punto de origen en las prácticas sociales de control y vigilancia.

Vemos así, la constitución histórica de un sujeto de conocimiento, a través de un discurso tomado como un conjunto de estrategias, que forman parte de las prácticas sociales.

En su análisis histórico, Foucault toma como punto de importancia, en la conformación de una nueva subjetividad, a las prácticas judiciales – “formas jurídicas” y su evolución en el campo del derecho penal a partir de las cuales se definen “formas de verdad”. Se establecen ciertas relaciones de poder.
Ahora bien, el saber de las ciencias incide sobre un sujeto, aunque no diga sobre su verdad.

Para pensar sobre ello, comenzamos a hacer una lectura de La ciencia y la verdad, de J. Lacan. Allí, el autor plantea que la verdad y el saber están impresos una cosa de cada lado del papel. La verdad es la del inconciente, y el saber es lo que busca la ciencia: saber acerca del objeto.

Por otro lado, nos planteamos la situación de un diagnóstico de discapacidad como la hipoacusia –atribuida por la ciencia, a una falla de tipo orgánica.

La ciencia produce conocimientos, y artefactos capaces de restituir, al menos en cierto grado, tal falla. Sucede que la demanda, que se escurre en los pedidos de consulta, provienen generalmente de los padres, quienes expresan grandes expectativas de que su hijo escuche –que acepte el implante o el audífono- y muchas veces sucede que ese chico no desea hacerlo.

Recurrimos, en primera instancia a hacer una diferenciación entre cuerpo orgánico y cuerpo erógeno.

Leticia García, en la revista Conceptual Nº 5, hace referencia al seminario Aun, de J Lacan, en el que toma al cuerpo como sustancia gozante, cuerpo hecho para gozar. Diferencia el cuerpo cartesiano, del cuerpo que goza.
Toma a Freud, en Las perturbaciones psicógenas de la visión, quien liga estas perturbaciones a la palabra, y dice que “por la represión –que es motivada por la significación de las pulsiones en la vida anímica- hay una oposición de grupos de representaciones, que sería expresión de la lucha entre pulsiones yoicas y sexuales”. Cuando un órgano está al servicio de una de las pulsiones, más se aleja de la otra.
“El cuerpo orgánico/máquina responde a la supervivencia, es coordinado, y por otro lado el cuerpo erógeno/libidinal es fragmentado –por el goce. Las pulsiones parciales conforman las pulsiones sexuales y tienen sus fuentes en diversas partes del cuerpo”. Entonces, la erogenizacion del cuerpo se da por partes, y cuanto más erogenizado este un órgano, menos servirá a la otra función, modificando, de este modo, al cuerpo organismo.